Proxy en inglés significa Delegado.  En un entorno de comunicaciones, el dispositivo se sitúa en la salida a Internet.  Las peticiones web a Internet son capturadas por el servidor (transparente) que se convierte en delegado (proxy) para realizar las peticiones al exterior por nosotros.  El servidor almacena y recuerda las peticiones (caché) que quedan disponibles para segundas consultas a Internet por cualquier usuario de nuestra misma red local.

 

El servidor Proxy-caché es altamente conveniente para el modo de uso en el aula.  La primera petición a una página web de un libro digital de una Editorial es buscado en Internet por el servidor.  El resto de peticiones de alumnos son servidas directamente desde el servidor Proxy-caché, con dos efectos muy positivos:  se presentan mucho más rápidamente en el navegador web del usuario y se reduce el número de peticiones reales a Internet, liberando carga de los acceso a Internet (ADSL, radio...).

La función de 'transparente' permite además que los odenadores de la red interna no necesiten ser ajustados para beneficiarse de estas ventajas.

El sistema tiene su complejidad interna, como el ajuste ideal de caducidad de las consultas para adaptarse adecuadamente a los cambios de los contenidos externos de forma fiable y suministrar siempre información reciente.  En todo caso, todo ello se ha de percibir por las personas como una aceleración en el uso de Internet.

Tras la instalación de un Proxy-caché, los usuarios navegan en Internet y perciben una mejora sustancial en las peticiones web repetidas a partir de la segunda petición idéntica por el mismo u otro usuario de la red local.

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